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La boleta única y el voto electrónico

26 May

En nuestra provincia de Santa Fe, el pasado domingo 22 de mayo, se votaron los candidatos en internas abiertas, simultáneas y obligatorias. La novedad estuvo dada por un nuevo sistema de votación, llamado «boleta única».
(El párrafo siguiente describe el proceso, podés saltearlo si ya lo conocés.)
Hasta la anterior elección, el presidente de mesa le daba un sobre al elector, quien entraba a un «cuarto oscuro» (generalmente un aula de una escuela) y elegía, de entre las boletas que había sobre una mesa, la que llevaba el nombre del candidato de su preferencia. Con este nuevo sistema, se le entrega al elector una boleta con el nombre y la foto de todos los candidatos, y el ciudadano hace una «X» con un bolígrafo en el espacio que se encuentra junto al candidato que prefiere. Otra diferencia importante es que, con el sistema anterior, sólo podía votar un elector por vez, mientras que con este nuevo sistema, votaban varios electores a la vez, estando el secreto de su voto amparado por un sencillo cartón que impedía que otra persona viera dónde se marcaba la «X».
En una opinión muy personal, considero que este nuevo sistema es superador, por varios motivos:

  • El ciudadano pasa menos tiempo haciendo fila, y debe tomarse su tiempo para elegir entre los candidatos.
  • Además, se evita que haya candidatos legislativos más bien ignotos «enganchados» de un conocido candidato a un cargo ejecutivo. Lo que antes se conocía como «cortar boleta», ahora es obligatorio. Si quiero elegir a los legisladores que comparten el proyecto de un condidato a un cargo ejecutivo, debo hacerlo positivamente, no por omisión.
  • Se evita el problema de que «falten boletas». (Un votante entra al cuarto oscuro y se roba todas las boletas de un partido pequeño, que como no tiene fiscales, no puede controlar que esto no suceda.)
  • Todas las ventajas que tenía el sistema anterior se mantienen

Como punto en contra, en algunas mesas sucedió que los votos no entraban en las urnas, pero eso se soluciona muy fácilmente, haciendo urnas más grandes. La supuesta lentitud del sistema no fue tal, a las 2am ya se conocía el resultado, y a las 6am estaban escrutadas el 100% de las mesas. Es de suponer que, con el transcurrir de sucesivas elecciones se agilice el proceso. Esperar hasta el otro día no es demasiado, mal que les pese a algunos comunicadores ansiosos.
En resumen podemos decir que el nuevo sistema fue, en mi opinión, todo un éxito.

¿Voto electrónico? ¿Qué tiene que ver?

Apenas concluida la elección, una radio de Rosario entrevistó al autor del proyecto de ley, Pablo Javkin. Cuál no sería mi sorpresa cuando este legislador afirmó que la boleta única era «un primer paso para implementar el voto electrónico». Varios de los principales actores de la política provincial parecen opinar lo mismo.
El nuevo sistema tiene algún parecido físico con el voto electrónico:

Boleta única Voto electrónico
Todos los candidatos en una hoja Todos los candidatos en una pantalla
En lugar de cuarto oscuro, hay «cabinas de votación» (un cartón de baja calidad doblado en 3, y puesto en forma vertical). Hay «cabinas de votación» que son urnas electrónicas.

Y nada más. Algunas apariencias físicas, no sé si es intencional, como parte de un lobby, o mera coincidencia. Pero en lo esencial, no se parecen en nada. Cualquier razonamiento que afirme lo contrario es falaz. El éxito de la boleta única no hace ni más ni menos propicia la implementación del voto electrónico.
Hay un argumento muy claro: los sistemas actuales funcionan perfectamente en teoría. En la práctica, ciertamente son mejorables. Pero el voto electrónico no funciona bien, ni siquiera en teoría, mucho menos en la práctica.
Expongo a continuación algunas desventajas que traería implementar el voto electrónico. No incluyo enlaces en la argumentación, pero pueden consultarse más abajo.
Desde el punto de vista técniico:

  1. Costos. Supongo que debe ser mucho más caro. Pero esto es de importancia secundaria.
  2. Auditoría de software: el software no se puede auditar. Se me dirá que basta con contratar auditores independientes. Pero no es suficiente con auditar el programa una vez. Hay que verificar que en cada urna se haya instalado una copia exacta del programa auditado. Por lo tanto, habría que contratar un auditor informático por urna. Pero no basta con auditar el programa. Hay que auditar también el Sistema Operativo. Y el hardware. Es una tarea titánica, difícilmente implementable. Si la empresa que implementa el software quiere ser deshonesta, puede modificar muy fácilmente el veredicto de la voluntad popular. Y si esto sucediera, sería muy difícil de detectar.
  3. Peligro del derecho de voto secreto. Alguien podría interferir el sistema, obteniendo estos datos, y utilizarlos para presionar al elector. Las urnas que se utilizan en Brasil demostraron ser vulnerables a este tipo de ataques.
  4. El punto anterior es lo que hace a los sistemas de voto electrónico esencialmente distintos de otros sistemas tales como cajeros automáticos, home banking, pago de impuestos online, etc. En estos últimos, cada operación es rigurosamente registrada, y en caso de duda, puede consultarse ese registro con el nivel de detalle que se desee. (Por eso los tickets de los cajeros automáticos dicen «SEUO»: Salvo error u omisión). En el caso que nos ocupa, cada «operación» (voto) es un secreto. Por lo tanto, si hay un «error u omisión» no se puede ni detectar ni corregir.
  5. Aumenta la posibilidad del fraude a gran escala. Con el sistema actual, si uno quiere realizar pequeños fraudes en todas las mesas, para evitar que sea detectado, es prácticamente imposible. Con el voto electrónico se facilitan este tipo de procesos.
  6. En caso de duda en el escrutinio, los sistemas actuales permiten volver a abrir las urnas, y recontar «papelito por papelito» como ocurrió recientemente en Chubut. Con el voto electrónico se hace muy complicado
  7. Los otros múltiples problemas que podrían surgir a nivel técnico: ¿Qué pasa si «se tilda» una urna? ¿Qué pasa si se corta la electricidad? ¿Y si un pico de tensión arruina la máquina?

Y lo más importante, desde el punto de vista político:

  1. Se desempodera al ciudadano de su papel de potencial fiscal. Con los sistemas actuales, basta con saber leer y contar para poder fiscalizar una elección. Con el voto electrónico, el proceso electoral se mete en una «caja negra» tecnológica, a la que el ciudadano común no puede acceder, salvo que sea un experto en informática (y muchas veces, ni aun así). Esto supone de por sí un empobrecimiento del acto electoral.
  2. Se delega en manos de una empresa privada, necesariamente monopólica, el acto basal de toda democracia: la expresión de la voluntad popular en una elección.

Un argumento frecuente es alegar que en distintos lugares del mundo se aplica el voto electrónico «con todo éxito». Más abajo se incluyen varios enlaces que demuestran que esta afirmación es, al menos, dudosa.

Enlaces

Ni los argumentos vertidos más arriba, ni estos enlaces pretenden ser una lista exhaustiva. Otros han argumentado en el mismo sentido, antes y mejor. Pero quería dejar sentado que, en Santa Fe, hay al menos un ciudadano preocupado por este tema. Los invito a completar y corregir este post en los comentarios.

 
2 comentarios

Publicado por en 26/05/2011 en política

 

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2 Respuestas a “La boleta única y el voto electrónico

  1. Juan

    27/05/2011 at 19:37

    En Rosario hubo una experiencia de voto electrónico para elegir las propuestas del Presupuesto Participativo. fue hace unos años atrás y no se hizo más por lo costosa.
    En la pantalla seleccionabas 5 propuestas para tu distrito, las votabas y la máquina te daba una ficha (similar a un señalor, terminada en punta) que depositabas en una urna. No recuerdo si hubo debate sobre el tema.

     
  2. Juan Marquez

    27/05/2011 at 23:16

    Mirá vos, no sabía. Como dije en el artículo, el tema de costos es secundario, pero evidentemente es una variable más a tener en cuenta. Gracias por comentar.

     

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